Balaguer, ciudad para disfrutar.





Ciudad camaleón, Balaguer atrae por su variedad arquitectónica: tiene una muralla gótica,

una plaza medieval porticada, un santuario que fue primero mezquita y después iglesia románica,

una villa romana a 4 km, restos de un castillo del siglo IX expuesto en el museo de la Noguera e, incluso, una reliquia modernista.

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El barrio judío
Uno de las grandes ventajas de alojarse a Lo Palauet de la Muralla es su ubicación en medio del barrio judío o judería. El nacimiento de este barrio se remonta a 1333, cuando se produjo la expulsión de los judíos más allá del casco urbano del Balaguer medieval. Se conserva, además, la antigua sinagoga, reconvertida en la iglesia de Miracle. La plaza del Mercadal ejerce de centro neurálgico y, tanto si se quiere cómo si no se quiere, el viajero tendrá que atravesarla.

Los días de mercado burbujea con todo su ajetreo y reaparecen los 800 años de historia de este bazar al aire libre. Era el espacio que separaba antiguamente la judería del barrio cristiano y que hoy ha devenido un espacio de convivencia.

Algunos de sus restaurantes son muy populares. La calle de Avall y sus alrededores constituyen el eje vertebrador del Balaguer antiguo, que a día de hoy es un pequeño y vibrante conglomerado de callejones con comercios centenarios.



El Modernismo en Balaguer
Al final de la calle del Miracle se encuentra el edificio llamado Chalé Montoliu, la joya modernista de Balaguer. Movimiento artístico esencial para entender el Fin de siecle europeo, también conocido como Jugendstil (Alemania), Sezession (Austria) o Art Nouveau (Francia, Bélgica), el modernismo aportó nombres como Charles Rennie Mackintosh (Glasgow), Víctor Horta (Bruselas) o Gaudí (Barcelona) que cambiaron las leyes neoclásicas imperantes en la arquitectura para crear un nuevo arte de inspiración orgánica. Su impronta también llegó a Balaguer, donde se encuentra esta casa, de arquitecto todavía desconocido, pero donde se ven con claridad las influencias de maestros catalanes como Gaudí o Domènec i Muntaner. Recientemente renovado, este edificio es una de las mejores postales de Balaguer.



El centro histórico
En el centro histórico confluyen calles que atraen a la gente, algunas con soportales, como por ejemplo la calle de Abajo o la calle del Pont, que conservan numerosos comercios tradicionales. Si transitamos la calle Mayor, atención a la Pastelería Graells. Vaya por donde vaya acabará dando con las peculiares plazas del Pou y de Sant Salvador, muy animadas, donde se encuentran elementos de interés como la Casa natal de la escritora Teresa Pàmies. En este sentido, conviene tener en cuenta la ruta literaria de Balaguer, que tanto gusta a numerosos investigadores, pues une nombres relevantes como Josep Pla o Josep Carner con lugares emblemáticos como la iglesia de Sant Domènec o el Pont de San Miquel.



La Muralla de Balaguer
La Muralla del siglo XIV, gótica, es un buen complemento a Lo Palauet. Se puede acceder desde la plaza del Mercadal o desde la iglesia de Santa María, donde un acceso conduce a la pasarela que da al recinto. La muralla fue reformada en el siglo XIV, y proporciona unas panorámicas de lo más espléndidas de la ciudad y de más allá: el condado del Urgell y el recortado contorno de las montañas siempre a punto para la mejor foto.

Esta construcción protegía la antigua capital y actualmente ofrece un recorrido de 450 metros desde Santa María hasta la Torre del Bombo (antiguo observatorio de la Guerra Civil), desde donde se pueden contemplar también los antiguos castillos de la Gironella y de Torre Blanca. Después de sumergirse en estas vistas, con la lección de historia y de arte del día muy aprendida, nada como la biblioteca y las terrazas de Lo Palauet de la Muralla para comentar la jugada.



Otros lugares de interés
Iglesia de Santa María

Declarada Monumento Histórico Artístico, se trata de un edificio gótico de una sola nave con capillas laterales situadas entre los contrafuertes y un ábside poligonal de siete caras.

Santuario del Santo Cristo

Desde Lo Palauet, siguiendo por la siempre transitada calle Avall, llegar hasta este Santuario se convierte en un paseo muy agradable. Se trata de la antigua mezquita mayor de Balaguer que, más tarde, devino la iglesia románica de Santa María de Almata (de la que se conserva la fachada, detalle muy significativo para cualquier ruta del románico) donde se venera el Santo Cristo, patrón de la ciudad. Se sitúa en frente de las ruinas del castillo Formós. Desde allí, las vistas son generosas y se percibe, como en ninguna otra parte, la instalación de la claridad o de la niebla, según el día.

Museo de la Noguera

Se inauguró en 1983 y, desde entonces, gestiona, difunde y protege el patrimonio arqueológico de Balaguer, estableciendo valiosos vínculos entre territorio, raíces culturales y patrimonio histórico.

Aventura en el Congost de Mont Rebei.





Acercarse al Congost de Mont Rebei tiene algo de ritual iniciático. Cada vez que vaya será la primera.

Cómo pasa con las lecturas de algunas obras clásicas, hay lugares que siempre guardan nuevos descubrimientos y nunca se acaban

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Ruta emblemática
Hablar del Congost de Mont Rebei es hablar de una de las rutas más emblemáticas de la geografía catalana. Entre las muchas particularidades podemos decir que comparte frontera entre Aragón y Cataluña, entre las comarcas de la Noguera y lo Pallars Jussà, y a la vez también espacios protegidos como la Reserva Natural de la Noguera y la Sierra del Montsec.



¡Vive la aventura por tierra agua, mar y aire!
A día de hoy, el Montsec es un territorio extraordinario que abre las puertas a los Pirineos. Rico, diverso y propicio para la aventura, la contemplación y la ciencia, constituye un entorno en el que se puede volar, navegar, hacer escalada o pasear: tres maneras de desplazarse que resultan cotidianas. Además, el cielo del Montsec ha sido catalogado por el programa Hombre & Biosfera de la UNESCO como uno de los mejores cielos del mundo en cuanto a la observación.



Territorio virgen

Se habla de él como del último gran Congost situado en territorio virgen. La fuerza del paisaje habla por sí misma: los grandes protagonistas de este monumento natural son el agua (el río Noguera Pallaresa) y la roca. Hay lugares que llegan a 500 metros de altitud; y, adentro el agua, atención, porque el máximo son veinte metros de anchura.

Sorprende el puente suspendido del barranco de Sant Jaume, porque nos sitúa en el lado de la emoción que suele provocar transitar a 40 metros sobre el nivel del agua. Por supuesto, también la cueva Colomera, a la que se accede atravesando la vía ferrata que, uniendo vértigo y singularidad, hace las delicias de los más aventureros.
Itinerarios a pie, en kayak, en bicicleta o en ala delta hacen de este territorio un lugar excepcional para el turismo activo. De gran valor ecológico, sus casi 600 hectáreas de espacio protegido garantizan al visitante sentirse muy bien tratado por la naturaleza. Ante tanta belleza, no es extraño que más de un viajero experimente un “Stendalhazo”.

Después de esta inmersión en el Pre pirineo más auténtico, el viajero más osado que por la mañana marchó ávido de aventuras, volverá satisfecho y agradecerá vivir el momento relax en Lo Palauet.

Opciones de rutas
Ruta 1: Es el recorrido habitual. Siguiendo lo GR-1, 4 km de itinerario, ida y vuelta. Duración estimada: 4 horas.

Ruta 2: Lo Queixigar y mirador de Altamiris: 2 km por poco más de tres horas. También atraviesa el puente suspenso y el barranco de la Maçana.

Ruta 3: El Obaga Grande y carboneros, recorrido de 2,5 km por el Camino de las Tarteres. Después de pasar el barranco de las Jullanes enlaza con el itinerario 2.

El tren de los lagos.





El tren de los lagos es un tren turístico en versión tren histórico – vintage que circula los sábados

y permite conocer la provincia de Lleida paso a paso, pueblo a pueblo, como se requiere en estos tiempos de inmediatez.

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Un viaje de placer
Lo tenemos que admitir: viajar en tren es uno de los grandes placeres a los que puede acceder el ser humano. La búsqueda de la felicidad da sentido a la vida y el viajero que sube a un tren sabe que se enfrenta a un lujo que reivindica la independencia, la emoción, los descubrimientos, la mundología y el diálogo, tanto con el paisaje o como con los vecinos. Hoy, cuando el lujo más grande es disponer de tiempo y silencio, nada como un tren lento.



Una experiencia local y retro
Los amantes del mundo ferroviario vivirán una peripecia en su medida: el placer de vivir una experiencia local, familiar y genuinamente retro, al ritmo de la sofisticación de las máquinas antiguas. Y la magnitud de un proyecto que une Lleida, Balaguer y la Pobla de Segur y que soñó con ser transpirenaico y llegar a Francia.



¡Un paisaje impresionista!
Desde Lo Palauet de la Muralla, es una opción al alcance de todo el mundo, pues solo hay que ir a la estación de tren de Balaguer. Desde allí, el tren realiza un recorrido de 60 km y supera 41 túneles y 31 puentes. En cualquier caso, el verdadero protagonista del recorrido es el paisaje: durante la hora y media de trayecto, el viajero lleva a cabo una inmersión propia de pintor impresionista, en perfecta simbiosis con las perspectivas más originales: ríos, desfiladeros, paredes calcáreas, lagos, estaños, cordilleras, campos de cultivo. Su memoria retendrá todos aquellos nombres de los que después hablará –él y su cuenta de Instagram: Sant Llorenç, Camarasa, Bodegas, Sant Antoni, Tremp, río Noguera Pallaresa, Cordillera del Montsec.

Aquí la tenemos: la naturaleza a los pies del viajero para comprender el esplendor de lo más sencillo. Agua, piedra, aire, vuelos de aves, y más allá del horizonte, el Pirineo. Panorámicas fascinantes para un día perfecto. De vuelta a Lo Palauet de la Muralla espera el descanso más merecido.

Paseo por la orilla del río Segre.





Para el visitante de Lo Palauet de la Muralla es obligado sacar tiempo de donde sea para pasear por la orilla del río Segre.
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Las mejores panorámicas de la ciudad
Seguir su curso es sinónimo de serenidad y tranquilidad. Permite, además, disfrutar en primera línea de la calma y de las buenas panorámicas de la ciudad antigua, teniendo la elevada silueta de las fachadas incrustadas entre las dos murallas como protagonista.

Siguiendo su curso, río arriba, llegaremos hasta el pantano de Sant Llorenç de Montgay, una reserva natural de fauna salvaje, famosa por su variedad de aves acuáticas y lugar propicio para picnics, paseos, pesca o cursos de fotografía.



Concurso fluvial Transsegre
Es preciso constatar que, en este mismo río, durante el verano, tiene lugar el conocido Concurso fluvial Transsegre, que reúne a jóvenes de todo el mundo dispuestos a realizar una singular aventura que mezcla el agua y las risas. No es extraño, pues, que se haya convertido en la fiesta mayor de la capital de la Noguera

Monasterio de Santa María de las Franquesas.





Otra de las visitas accesibles e interesantes en las proximidades de Lo Palauet de la Muralla es este

monasterio cisterciense del siglo XII, situado cerca de Balaguer, y al que se puede acceder a pie o en coche.

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La iglesia
La iglesia (hoy en proceso de restauración) tiene planta de cruz latina y es de una sola nave revestida de una bóveda ligeramente apuntada. En el exterior conviene prestar atención al ábside semicircular y a la roseta de la fachada norte, así como a los restos del claustro y de las celdas.

Cómo llegar:
- En coche: salimos de Balaguer hacia Menàrguens y a unos tres kilometros cogemos un desvío a la izquierda.
- A pie también se puede ir, pasando entre la horticultura Pàmies y el río, por un camino asfaltado que va siguiendo la huerta de Abajo.